sábado, 21 de mayo de 2011

EVANGELICOS POR LA DEMOCRACIA. Un movimiento de respuesta a la dictadura en los noventa y algo más

Yvan Ruiz.
eyruiz@yahoo.es
Pastor pentecostal, teólogo, y director de Escuela Para Pastores.
Actualmente trabaja en la Liga Bíblica del Perú.

En la década de los noventa Perú experimenta el surgimiento de un outsider en la política nacional. El sistema de partidos colapsa y Cambio 90 con Fujimori de líder llega al poder en 1990. Solo él y unos pocos sabían de sus intenciones de dar un autogolpe cívico militar. El 5 de Abril de 1992 se produce tal golpe a la democracia y a partir de allí la deconstrucción de la misma, a lo largo de los noventa.

La resistencia a la dictadura inicialmente estuvo en los partidos políticos, pero estos eran tan débiles, que el poder mediático dirigido desde los niveles más altos del gobierno, se encargó de desprestigiarlos aun más. La Ley de Amnistía No. 264479 aprobada en el Congreso (CCD) y promulgada por Fujimori en Junio de 1995, para beneficiar a militares culpables de graves crímenes de lesa humanidad durante la guerra antisubversiva, origina un aglutinamiento de respuesta en contra de esta infame ley.


Aunque son los partidos políticos los que se hacen nuevamente visibles y se legitiman colocándose en una férrea oposición a dicha Ley, la ciudadanía, es decir, los sectores agrupados en organizaciones de la sociedad civil, empiezan a cobrar un protagonismo que se acentúa al final de la década. Entre estos nuevos actores políticos sociales se encuentra el Movimiento Cívico Evangélicos por la Democracia, conocido por sus siglas MED. Surge inicialmente como respuesta a la Ley de Amnistía de la dictadura, pero el centro de su especificidad programática es la lucha por la recuperación y afirmación de la democracia.

El MED es una coalición democrática integrada por nueve instituciones evangélicas , desde donde desarrolla un papel fundamental como el catalizador evangélico de respuesta ciudadana y evangélica a la dictadura. Una de las acciones, es la convocatoria que el MED hace a participar de la Marcha de los Cuatro Suyos. En el documento “Porque los cristianos debemos participar en la Marcha de los Cuatro Suyos” , se esbozan cinco razones para participar de dicha Marcha:

  1. Porque Dios ama la justicia y la verdad. Este principio bíblico convoca al pueblo peruano a tomar una decisión y colocarse tras una de las dos posibles posturas en el contexto de la dictadura que había ganado una tercera reelección en medio de denuncias de fraude y un claro direccionamiento del poder mediático a favor del dictador. O se está a favor de Dios quien ama la justicia y la verdad, o se está a favor de los enemigos de Dios que no aman la justicia ni la verdad.
  2. Por nuestras convicciones evangélicas sobre el rol de la autoridad. El MED interpreta y cree que en Romanos 13 Pablo afirma que la autoridad 1) ha sido instituida por Dios; (2) su propósito es hacer justicia, y (3) tiene derecho a ser respetado. Luego, el respeto a la autoridad viene cuando ésta hace justicia, es decir, cuando la autoridad premia al bueno y castigan al malo, no antes (MED 2000).
  3. Porque tenemos esperanza de un mundo distinto. Y en esa esperanza que necesita de la practica para volverse historia concreta, el MED se embarca para ver los cambios sociales y políticos que el Perú necesita, afirmando que Solo Cristo “es Rey de Reyes, Señor de todo, Señor del Perú, y nos ha prometido que algún día su Reino de amor y justicia será consumado y los mismos reyes de la tierra (léase Presidentes, Ministros, políticos, gobernantes y gobernados) le deberán dar toda la gloria (Apocalipsis 21:24-26)” (MED 2000).
  4. Porque somos fieles testigos del evangelio. El documento del MED afirma “nos han vendido el cuento de que la fe es solo para uno mismo y que nada tiene que ver con los problemas sociales. Eso es una mentira del diablo quien no permanece en la verdad (Juan 8:44)”. Esta afirmación del MED plantea un tema recurrente en la teología espiritualista y espiritualizante que afirma que la salvación es personal y no social, haciendo una separación entre lo personal y lo social. La mentira descubierta y denunciada por el MED está en la raíz de los males sociales, que consiste en concentrarse en uno mismo, mirar hacia adentro y separarse de su hermano, del otro que gime, que sufre y que clama por la acción liberadora del evangelio por el evangélico.
  5. Porque creemos que Dios nos manda ser sal y luz en el mundo. La sal y la luz nunca dejan de ser, igual que el amor, por eso es que Dios “nos envía como sus embajadores de la reconciliación (2 Corintios 5:18-20)”. La política del Reino de Dios es el servicio a todos (Marcos 10:42-45). La clase política y la sociedad civil, al ver esta expresión de testimonio social y evangélico de la iglesia, profundamente política, puede entender que los cristianos también son ciudadanos y seres de carne y hueso como todos. Y en ese sentido legitimar la presencia de sal y luz de los evangélicos.

La propuesta del MED va más allá de la resistencia a la dictadura. Se enfoca en la construcción de una identidad democrática que una a los peruanos y que construya un país incluyente de todas las sangres. Y aporta durante el 2001 a la construcción de la democracia con planes que se ejecutan a nivel nacional.

El MED no solo demuestra que la concertación institucional es vital para la construcción de la democracia, sino que ésta se da en torno a un ideal común que se convierte en uno mayor y más alto, cuando las instituciones individuales participantes la hacen suya en unidad orgánica. El MED no solo permite que se aporten las ideas necesarias para iluminar una lectura integral e integradora del país y de la situación real de la democracia, sino que facilita la toma de decisiones orgánicas y una actuación y legitimación social y política del espectro evangélico democrático. La afirmación y consolidación de la democracia requiere de la participación plural de los evangélicos, donde pentecostales, aliancistas, bautistas, iepeistas, peregrinos, presbiterianos, reformados, entre otros, provenientes de instituciones conservadoras y progresistas, tienen un espacio en el MED que cristaliza eso como movimiento .

Pero el MED y los evangélicos orgánicos tenemos un desafío mayor hoy. Los dos gobiernos democráticos de inicios de este milenio (2001-2006 y 2006-2011 que fenece en julio próximo), siguen fracasando en las tres tareas claves para toda democracia política solida: la consolidación de la democracia política (¿hay partidos políticos en el Peru?), el establecimiento de mecanismos para el desarrollo económico (¿está el Perú económicamente más desarrollado hoy que hace 10 años?), y la eliminación de la desigualdad social (¿la brecha entre ricos y pobres se ha acortado en el Perú en la última década?).

Las clases sociales expoliadas ya inician su malestar por la poca o quizás nula acción de la democracia a favor de ellos. Están reconociéndose fuera de los beneficios de una sociedad peruana que dice estar en prosperidad que a ellos no les llega. La eliminación de la desigualdad social es tarea pendiente y la democracia está en deuda con ellos. Los evangélicos orgánicos tenemos una deuda con el país. La democracia necesita afirmarse, y atender prioritariamente a los sectores más desfavorecidos y expoliados en la hora presente.

Notas: 

  1. La coalición democrática formada por el MED la componen: La Asociación de Grupos Evangélicos Universitarios del Perú (AGEUP), la Fraternidad Teológica Latinoamericana-Núcleo Perú (FTL-Perú), el Centro de Misiologia Andino-Amazónica (CEMAA), el Centro de Promoción y Servicios (CEPS), el Proyecto Paz-Perú del CLAI (Proyecto Paz-CLAI), la Asociación diaconal Paz y Esperanza (PyE), el Instituto de Estudios de la Comunicación (IEC), la Misión Integral Urbano Rural (MISIUR), y Desarrollo Cristiano del Perú (DCP).
  2. MED-Movimiento Cívico «Evangélicos por la Democracia». 2000, Díptico “Porque los evangélicos deben participar en la Marcha de los Cuatro Suyos”, Mayo 2000, Lima, Perú. Folleto. Lima: MED.
  3. Ruiz, Yvan. 2011. Fe evangélica y práctica política. El Movimiento Cívico «Evangélicos por la Democracia» en el Perú de los noventa. Tesina, Universidad Bíblica Latinoamericana-Costa Rica.

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