miércoles, 11 de mayo de 2011

Bayly y el culto a la muerte Parte I

Por: José Toledo
Licenciado en Teología
joctavio9@gmail.com

En las actuales circunstancias electorales en la que se encuentra Perú, una vez más asistimos a las más retrogradas estrategias de comunicación dirigidas por las principales empresas comerciales escritas, televisivas y radiales, y por las conocidas corporaciones mineras y financieras a nivel nacional. Uno de los “profesionales” de la comunicación que menos autoridad moral tiene para hablar de democracia y respeto a la paz es Jaime Bayly.


El 13 de Octubre de 2008 Bayly publicó en el diario El Herald de Miami su artículo intitulado “Las muertes deseadas”. Que él haya hecho de su popularidad un espacio de eliminación de autoridades o candidatos políticos contrarios a megas proyectos políticos-financieros de grupos como El Comercio, no nos parece extraño. Lo inaudito es la impunidad social de este “profesional” de la comunicación, que no se inmuta al desear públicamente la muerte de autoridades políticas al mejor estilo de aquellas proclamas que sostienen que “matar al contrario es democracia…” y “asesinar al de ideología contraria cuenta con la aprobación divina”.

Bayly da inicio a su artículo señalando, “Muchas son las muertes que yo deseo”. A partir de allí cita una larga lista de personalidades -del mundo político occidental- las cuales según él deberían sufrir muertes vergonzosas y todo tipo de desgracias o experiencias ajenas a la voluntad de los aludidos. Él hace del poder de la televisión su posibilidad de enriquecimiento económico, difamando y lapidando personajes opuestos al modelo neoliberal al cual él representa (desde sus comodidades en Miami o en el nada paupérrimo San Isidro en Lima).

No sabemos a qué Dios invoca Bayly. Lo que sí sabemos es que Jesús el galileo no usó como método de empoderamiento social la difamación, el asesinato simbólico o auténtico o la denuncia al servicio de los grupos de poder. El culto a la muerte, venga de donde venga enajena la humanidad y corroe las bases de cualquier sistema que se digne llamarse democracia.

Las ocurrencias enfermizas de Bayly saltan a la vista en su columna, pero, cual sicario a sueldo, le sirven para el enriquecimiento personal, sin importarle el daño psicológico, emocional, ético, moral y espiritual que ocasionan. El argumentista limeño no ejerce con responsabilidad ética su oficio, demostrando su voraz inclinación por jugosos sueldos. Su malsano comportamiento profesional es una ofensa a la dignidad humana y un insulto a la inteligencia del colectivo que merece gozar de empresas de comunicación (televisiva, escrita, radial) probas, caso contrario tendrían que ser censuradas éticamente por la opinión pública.

Desde una perspectiva evangélica podríamos señalar a Bayly como una persona mala que contiene mal tesoro en su corazón. Esto se convierte en una amenaza al ingresar libremente a nuestros hogares por medio de su actual empleador: América Televisión-Canal 4 quien le paga la jugosa cantidad de US$ 800,000 (ochocientos mil dólares americanos) por diez días de trabajo. El trasfondo oscuro de este comunicador trasciende las buenas intenciones de informar y realizar un periodismo responsable y ético. No se puede esperar nada bueno de una persona que tiene su corazón en la riqueza obtenida como “sacerdote de la muerte” y promotor de discordia y desunión.

Señor Bayly usted es especialista denunciando (sin pruebas, o sea calumniando) y tirando piedras. Déjenos decirle que sus propias palabras y escritos lo denuncian. Tenga cuidado, no vaya a ser que sus perturbadas participaciones se conviertan en piedras, que tarde o temprano terminen lapidando sus siniestros proyectos y su amañadas seguridades.

Concluimos esta parte recordando lo dicho por Jesús: "El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca." Lucas 6:45.

2 comentarios:

  1. Considero que hay una distorsión en el mensaje. En principio, los "juegos del lenguaje" en los que participa Baily y los que participan la comunidad evangélica son distintos. Por ello, el "rollo evangélico-bíblico" moral me parece impertinente. Saludo el inicio de la reflexión, bastante alturada y analítica, pero las conclusiones no están en sintonía con el resto del artículo.

    Considero que a Baily no hay que vencerlo en el plano moral o darle metáforas bíblicas que no entenderá, de pronto podemos apelar a una crítica a su sistema ético sin caer en moralismos ineficaces. Es decir, hace mucho que los evangélicos debemos de salir de nuestros bibliocentrismos si queremos lograr un alcance más preciso.

    A la espera de sus nuevos artículos, me despido

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  2. Pienso que Bayli se mueve como pez en el agua en medio del libertinaje literario, político, económico y religiosos que ha creado a su alrededor. Si lo investigaran, sólo le encontrarían que practica toda su prédica amoral y basado en esa coraza afrenta a cualquiera, tomando la "libertad de expresión" como bandera y el montón de dólares que acumula con su verbo vendido a los grupos de poder. Consecuencias de la globalización que trae ese tipo de "libertad". Lamentablemente atrae jóvenes distraidos.

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